Ni que decir tiene que cualquiera de nosotros huiríamos sin dudar de una situación como la que "nuestra Desi" expresa pero, no es menos cierto que muchos de nosotros haríamos una excepción si la persona penada, sentenciada o enjuiciada fuera nuestro padre, nuestro hijo o algún buen amigo al que conocemos bien. Eso por no hablar de nosotros mismos, en el caso de vernos "arrollados" por un error policial o judicial teniendo la conciencia bien tranquila de que no somos culpables de nada o que simplemente fue un arrebato, un accidente o cualquier cosa antes que creernos delincuentes. Uno, a sí mismo, se supone que debe conocerse bien. ¿Verdad?......Y sin embargo ya hemos visto que para la psiquiatría y la criminología, cualquiera de nosotros podemos ser delincuentes o criminales en potencia. Solo hace falta que las circunstancias o las caracteristicas genéticas, sean las adecuadas.
Ya hemos comentado anteriormente que la justicia no está exenta de errores y que los tópicos que residen en nuestra sociedad, diversa en sus moralidades y moralinas, puede dar perfecta cabida a la comprensión, perdón y encubrimiento de casi cualquier situación. Muchos tenemos o hemos tenido amigos o familiares en situaciones comprometidas o penados en la cárcel. ¿Deberían sus familias repudiarlos sin más?......
Creo que solo tenemos que estar vinculados a esa persona o ese proceso para darnos cuenta de que no es tan improbable el que podamos vernos en una historia así. Y solo hace falta vivirlo, para entender lo que sucedió después de digerir la documentación que la desagradable Maleta Negra le mostró. Aunque sí es cierto, no lo voy a negar, que por lo pronto.....las ganas de salir corriendo, fueron muy reales.
Hablar, es muy fácil.
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